Un asunto muy importante en la gestión del hogar es la preservación de los alimentos, ya que un manejo seguro implica tranquilidad. El envasado al vacío es una técnica muy efectiva para mantener el buen estado de los productos, por lo que cada vez más, está presente en los hogares. Obviamente, tiene su extendido uso industrial en el sector alimenticio, para el bien de todos los consumidores del mundo.
Las bolsas de vacío, cada día, se utilizan más como una manera de conservar alimentos, por todas sus ventajas. El origen de este método se remonta al siglo XVIII, y dos siglos después, comienza a utilizarse también para la cocción al vacío.
Entre los múltiples beneficios de las bolsas para envasar al vacio, está el hecho de que extiende el buen estado de los alimentos, sin duda, una de sus principales ventajas. Diversos estudios han comprobado que con esta técnica se logra prolongar cinco veces más la vida de los productos, en comparación con la forma tradicional.
A través de esta técnica, se aísla el oxígeno de los alimentos, teniendo como resultado la no reproducción de microorganismos, los cuales son los responsables de la descomposición de los alimentos.
Por ejemplo, las hortalizas y frutas envasadas al vacío pueden durar dos semanas, y no seis días, que es el tiempo en el que se conservan de la forma tradicional. Los alimentos que se conservan durante seis meses de la manera convencional, en bolsas al vacío, pueden durar hasta tres años.
Además, el uso de estas bolsas permiten que no afecte ningún olor externo a los productos, así como también impiden la penetración de bacterias, hongos u otros agentes externos, que puedan dañar a los alimentos.
Otra ventaja es que con este tipo de envasado se mantienen las propiedades organolépticas de los alimentos, a saber: textura, olor y sabor. Los alimentos húmedos no se deshidratan, tampoco se oxidan, ni se queman en estado de congelación.
Los alimentos en bolsas al vacío ocupan menos espacio al ser almacenados, lo cual se constituye como un beneficio muy importante.
Usar bolsas de vacío no es solo una cuestión de practicidad, sino un aspecto esencial para el cuidado de la salud. A través del envasado al vacío, los alimentos no pierden fácilmente sus vitaminas y minerales, lo cual resulta un impacto muy positivo para el bienestar y la calidad de vida de los integrantes de toda la familia.
Tipos de bolsas al vacío
Hay diversos tipos de bolsas al vacío, pero en líneas generales, se pueden establecer dos grandes grupos: las de uso profesional y las bolsas al vacío gofradas.
Las bolsas de uso profesional tienen dos caras lisas y están elaboradas con plástico flexible, que permite usar la técnica de envasado al vacío, proceso que se realiza a través de la utilización de campanas (máquinas de vacío de campana) para envasado externo. El uso de esta máquina profesional para sellar hace que el envasado sea muy seguro y confiable.
Este tipo de procesos es el que se utiliza en empresas que elaboran o distribuyen productos perecederos, así como también en locales de hostelería y supermercados. Las bolsas al vacío de uso profesional son usadas, además, en cadenas alimenticias agrícolas, ganaderas y pescaderas.
Los materiales que se usan en la elaboración de bolsas al vacío de uso profesional son poliamida y polietileno.
Las bolsas para envasar al vacio gofradas son las que se utilizan mucho en el hogar y por los pequeños profesionales. Se diferencian de las anteriores, porque tienen una cara lisa y la otra estriada, de tal manera que se pueden utilizar con máquinas de envasado al vacío domésticas.
También son compatibles para usar con algunos tipos de máquinas de envasado al vacío de campana. Se les denomina gofradas por tener esa parte rugosa, que se asemeja a la superficie de un panal de abejas.
Existe una amplia diversidad en cuanto a los tipos de bolsas gofradas, todo va a depender de sus características, entre las que se pueden mencionar, el espesor o grosor, que debe ser lo suficiente para impedir la entrada de agentes del exterior.
Luego, la textura, que en el caso de las gofradas, es mixta. La moldeabilidad y la medida, son factores que también determinan el tipo de bolsa al vacío a utilizar.
Entre las bolsas al vacío gofradas se pueden diferenciar dos tipos, las de conservación y las de cocción. Las de conservación, como su nombre indica, son las que se utilizan específicamente para preservar el buen estado de los alimentos por más tiempo, tal y como se ha explicado a lo largo del artículo; mientras que las bolsas vacío cocción, son aquellas que también se pueden utilizar en el proceso de cocción de los alimentos, es decir, tienen doble propósito.
La opción de cocinar los alimentos en la misma bolsa al vacío, permite que preserven su sabor y nutrientes; son ideales para el “baño María”, por ejemplo. Este tipo de método permite una mayor uniformidad en la cocción, una disminución en la merma del alimento, una mejor textura, así como mejores olores y sabores.
Otros usos de las bolsas al vacío
La utilidad de las bolsas al vacío va mucho más allá del sector alimenticio. También son muy usadas en el área sanitaria y química, en especial, en el proceso de esterilización de equipos médicos, para envasar artículos de un solo uso, para la manipulación segura de químicos que se utilizan en el sector sanitario, y otros ámbitos, como los de limpieza y cosmética.
De igual forma, es frecuente el uso de bolsas al vacío en el sector de la electrónica, específicamente, para la manipulación de piezas industriales que son propensas a la corrosión por efectos de la humedad. Precisamente, una de las funciones de estas bolsas al vacío, es proteger estos objetos de la humedad.
En este sentido, es común ver piezas de fontanería, grifería, herramientas, incluso, artículos de colección, envasadas al vacío, para evitar los dañinos efectos de la humedad.