Tarantino, el icónico dinner show vuelve al Casino Cirsa. En él se homenajea al aclamado director estadounidense e invita a transformar la velada tras la cena en una sala de baile donde el público contonea sus caderas al ritmo de temas como o el ‘You can never tell’, de la famosísima Pulp Fiction o el pegadizo ‘Woo hoo’, de Kill Bill.
Foto: Cristina Iglesias
La puesta en escena de este dinner show nos sumerge en el trepidante universo Tarantino. En el escenario, tras los músicos, las pantallas proyectan tanto sugerentes bailes como momentos míticos de sus films. Las bandas sonoras en directo conducen in crescendo a los espectadores hasta el cenit que sólo la música en vivo es capaz de conseguir.
El espectáculo comienza con la música del largometraje ‘Abierto hasta el amanecer’, donde la vampiresa Yolanda (Salma Hayek, la “madama del after dark”), ataviada con una capa y una corona de plumas, se presenta como una exhuberante bailarina con paso firme, deleitando a todos los presentes con sensuales y delicados movimientos.
Por supuesto, no podían faltar melodías del tan aclamado western “tarantinesco”. En ‘Django desencadenado’ suena una eufórica pandereta y una añorante armónica que claman por la libertad de los esclavos. Cabe recordar dentro de este género al genio Ennio Morricone, que tanto ha inspirado al director a la hora de rodar sus películas.
También sonaron, entre otros, los archiconocidos temas ‘Stuck in the middle with you’, de Reservoir Dogs (1992); ‘Ay mi morena de mi corazón’, de Desperado (1995); o ‘Girl you’ll be a woman soon’, de Pulp Fiction (1994).
Foto: Cristina Iglesias
Dividido en cinco actos, el concierto ofrece vibrante música en directo de la mano de Kill Bill Gang Band, una agrupación musical cuyos focos se centran en Yolanda Gómez y Max Russo, las voces cantantes, literalmente, del espectáculo y junto a ellos también se encuentra a David Maho, as de la guitarra Blues Tex-Mex; Bert como responsable del bajo; Simone a cargo de la batería, y el virtuoso Kiko Núñez con su saxofón, armónica y flauta travesera.
Alex Valera, director artístico del proyecto, admira con satisfacción el resultado de meses de trabajo, orgulloso del show donde el público disfruta de un suculento menú que en ningún momento interrumpe las piezas musicales.
Foto: Cristina Iglesias
La excelente labor del elenco hace que quede fijada la “impronta Tarantino”, puesto que no se omite ni un sólo detalle que no recuerde su firma. Dinamismo y seducción son las claves que aseguran los aplausos y hacen de este dinner show un arte al más puro estilo norteamericano.