Que 20 años no es nada, en el Teatro Olympia

Reza el tango como un eco que se define sin tiempo y traspasa la frontera que fuera cuna de sus compositores, que 20 años no es nada. Tal vez como un lamento, tal vez como un consuelo.

Y es ese el tiempo, los años y la vida en ellos, que encuentran hoy a la cantora Analía Bueti, mirando desde esta orilla mediterránea a ese Buenos Aires que la vio nacer, y en donde el destino quiso que se viera frente a frente con este género pasional, el tango, con el que vive un romance artístico y musical que tiene curiosamente por testigo a la València de sus amores.

El espectáculo que se estrena en este escenario tan especial del Teatro Olympia, ofrece una reverencia que será contada por aquellos tangos, valses y milongas que la acompañaron a lo largo de estos años, poniendo de relieve a todas las artes de las que presume el tango: la riqueza de su poesía, la canción, la música y sus exquisitas composiciones, y el embrujo de la danza.

Para ello reunirá a tres grandes músicos, destacados en la escena internacional del tango: Mariano Siccardi (Mar del Plata), en la dirección y el piano, Luis Caruana (Buenos Aires) al bandoneón y el violinista Emiliano Pérez (Uruguay), que harán honor desde el oficio y el talento, a la riqueza de esta música que embruja y emociona.

En la danza, van a interactuar en cada escena musical, dos grandes parejas de bailarines de tango. Son Débora Godoy y Carlos Guevara (coreógrafos – Buenos Aires) y Eleonora Rosaminer y Adrian Anibal Heim (Buenos Aires).  Artistas que recorren con el arte del tango bailado, grandes escenarios de España y Europa, y conversarán con sus coreografías la música rioplatense.

Analía Bueti, llega nuevamente y con la ilusión de una primera vez, a regalarnos esta nueva producción, que como sus anteriores, La Noche que me quieras, Universo Piazzolla, Este tango habla por mí, y Tango en tiempo de mujer; no defraudará a este público que la acompaña y la vio recorrer este camino de 20 años… que lo es todo y no es nada.