Cultura Festiva y el Belenismo en la nostra Comunitat

Cultura Festiva proclama el interés cultural de los Belenes y el belenismo. El concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València, Carlos Galiana, ha anunciado una moción para el Pleno. Todo para reconocer el valor de la tradición del belenismo y para instar a la Generalitat a iniciar los trámites para que se declare Bien de Interés Cultural Inmaterial de la Comunitat Valenciana.

El edil defiende el arraigo del belenismo en los hogares y convence de llegar a considerar a estos como parte de nuestra cultura. Galiana ha recordado que desde el primer belén montado en Madrid en el siglo XVIII se difundió entre las clases aristocráticas. Después, se trasladó a las clases populares. Su práctica de instalar representaciones en las casas en lo que suponía una práctica familiar.

Estas representaciones evolucionan según los territorios con particularidades locales. “El belenismo constituye una práctica social arraigada en la sociedad”, explica Galiana. “Sin distinciones sociales ni económicas, ha sabido extenderse entre toda la ciudadanía como práctica cultural y artística, siendo capaz de diseñar y construir particulares instalaciones artísticas dignas de contemplación”, destacaba.

El concejal ha puesto en valor la transmisión de conocimientos y técnicas artísticas singulares. “El belenismo ha sabido, con el paso de los años, superar las limitaciones naturales originarias, como la del espacio”.

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Más historia sobre belenismo

La primera celebración navideña en la que se montó un belén para la conmemoración del nacimiento de Cristo fue la Nochebuena de 1223, cuando San Francisco de Asís decidió reproducir la tradición cristiana en una cueva próxima a la ermita de Greccio (Italia). Éste en colaboración de Juan de Grecio, comenzó los preparativos y nueve días antes del 25 de diciembre convocó a todo el pueblo para celebrar una misa en presencia de la representación del nacimiento.